Ante el clima de tensión por los incidentes por la reforma constitucional en la provincia de Jujuy y los episodios asociados a una desaparición y posible femicidio en Chaco en el que estarían involucrados referentes del poder local, laConferencia Episcopal Argentina convocó a una «Misa por la Patria» en todas las parroquias y comunidades del país.
Además, el mismo fin de semana se formalizarán quiénes serán los contendientes para las elecciones presidenciales de este año, circunstancia cívica en la que directamente ambas crisis están impactando.
Transitar el camino del diálogo
Ante días en que «los argentinos volvemos a enfrentarnos bajo el signo de la violencia», la comisión ejecutiva del episcopado llamó, como hizo recientemente el obispo de Jujuy, a «construir puentes a recorrer para encontrarnos y no dinamitarlos».
«Todo se puede lograr con el diálogo», confían, y aclaran que «todo se pierde cuando la palabra cede el paso a la violencia». «Es fatigoso el camino del diálogo, pero hay que transitarlo y escucharnos pacientemente haciendo lugar a las distintas voces de los actores de nuestra vida social», aseguran, haciendo propias las palabras de monseñor Fernández.
Luego del martes de violencia en Jujuy, se sumaron ecos en distintas partes del país, particularmente a partir de gremios docentes que adhirieron a un paro de actividades.
Pacificar corazones
Sumada a los episodios en el norte, la noticia de la desaparición y posible asesinato de una joven, según se investiga, en manos de una familia activa relacionada al poder político de la provincia del Chaco ha movilizado a miles a reclamar por justicia.
Se trata de Cecilia Strzyzowski, quien estaba casada con César Masa, hijo de un matrimonio de dirigentes sociales de mucha influencia en Resistencia, y de fuertes vínculos políticos, lo que entre los manifestantes hace presumir y temer un posible caso de impunidad. No obstante, mientras avanza la investigación, los miembros de la familia sospechosa están detenidos.
«Necesitamos todos pacificar nuestros corazones frente a tantos hechos que nos conmueven y duelen. En Jujuy y en Chaco hemos contemplado realidades desgarradoras ante las que, como cristianos, no podemos permanecer indiferentes. Tristemente no son las únicas, pero en ellas se hace visible tanta violencia y tanta injusticia en las que el dolor cala hasta los huesos invitándonos a estar cerca de nuestros hermanos que sufren», pidieron los obispos.
Un llamado a la paz y justicia
Y sumándose a un comunicado de la comisión de Justicia y Paz de la diócesis de Resistencia, en la provincia del Chaco, expresaron que al acompañar el dolor «reconocemos que todos tenemos un espacio para actuar responsablemente y generar procesos de transformación para rehabilitar y auxiliar a nuestra comunidad herida con un genuino espíritu de justica y de verdad, de no violencia y de paz».
En la misma línea se expresó la madre de Cecilia, Gloria Romero: «Yo quiero justicia, no venganza. El ojo por ojo deja ciego al mundo. No quiero que nadie me use para su campaña».
Ambos casos, en Jujuy y en Chaco, llaman a la paz y la justicia, con las que «la Iglesia, siguiendo los principios evangélicos, siempre estará a favor», aseguran los obispos argentinos evocando el mensaje del prelado de Humahuaca que ya reseñamos en Aleteia.
¿Qué se reza en una «Misa por la Patria»?
La «Misa por la Patria», incluida en el misal entre las propuestas habilitadas para rezar por necesidades públicas, propone en la oración de colecta la siguiente oración:
«Dios nuestro,
que con admirable providencia gobiernas todas las cosas,
recibe con bondad las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria (ciudad, en el caso que a una ciudad se aplique),
para que, por la prudencia de los gobernantes
y la honestidad de los ciudadanos,
se afiancen la concordia y la justicia,
y podamos gozar de prosperidad y de paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos».
Las lecturas de la Misa, lo aclaran los obispos, serán en esta ocasión las propias del décimosegundo domingo del Tiempo Ordinario, es decir, las que corresponden para la jornada.
Además, y más allá de indicaciones y pedidos del episcopado, seguramente acompañarán estas celebraciones la oración por la Patria, creada previo a la crisis institucional del 2001, y ya reversionada en distintos países.
La oración por la patria reza así:
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos./ Nos sentimos heridos y agobiados./ Precisamos tu alivio y fortaleza./ Queremos ser nación,/ una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común./ Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios/ para amar sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden,/ aborreciendo el odio y construyendo la paz./ Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda./ Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina!/ Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos/ Amén.