El Papa Francisco “se entristece profundamente al conocer la pérdida de vidas y la destrucción causada por los incendios en la isla hawaiana de Maui”, decía un telegrama emitido hoy por la Oficina de Prensa de la Santa Sede (11 de agosto de 2023). La ciudad de Lahaina fue devastada los días 8 y 9 de agosto por incendios que causaron la muerte de al menos 55 personas y destruyeron 270 edificios.
En el telegrama, firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido al nuncio apostólico en Estados Unidos, el arzobispo Christophe Pierre -que será creado cardenal el 30 de septiembre-, el Papa “expresa su solidaridad con los que sufren esta tragedia, especialmente con aquellos cuyos seres queridos han muerto o están desaparecidos”.
También promete sus “oraciones por los muertos, los heridos y los desplazados, así como por los socorristas y el personal de emergencia”. Como signo de su cercanía personal, el Santo Padre invoca de buen grado sobre toda la población de Maui las bendiciones de Dios Todopoderoso de fortaleza y paz”, prosigue el telegrama.
El archipiélago de Hawai, que comprende 137 islas y es el 50º estado más grande de Estados Unidos, sufrió esta semana la peor catástrofe de su historia reciente con incendios avivados por fuertes vientos y relacionados con la sequía que afecta a las islas desde hace varios meses. La isla de Maui se vio especialmente afectada, con la devastación de la antigua capital del Reino de Hawai, Lahaina, un centro turístico de 12.000 habitantes, que fue pasto de las llamas casi por completo entre el 8 y el 9 de agosto.
El gobernador de Hawai advirtió de que la cifra provisional de 55 muertos podría aumentar aún más. El jefe de policía de Maui admitió que no podía evaluar el número de desaparecidos, dada la destrucción de las comunicaciones en medio de la tormenta y los incendios. Miles de personas fueron evacuadas, y algunos habitantes de la ciudad tuvieron que ser rescatados del mar tras nadar hasta ponerse a salvo.
Ante la magnitud de la tragedia y la saturación de los servicios de emergencia locales, se activó la Guardia Nacional y el Presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró la movilización de todos los recursos federales disponibles para luchar contra las llamas. También se desplegará ayuda federal para financiar las labores de reconstrucción.