La vida no le ha puesto las cosas fáciles a la irlandesa Grace Slattery, ni a su esposo, James, Grace soñaba con ser madre. James con ser padre. En el transcurso de 4 años, Grace sufrió 4 abortos espontáneos. James siempre estuvo pendiente de ella, pero cuatro derrotas, cada una del tamaño incalculable de un niño, son suficientes para hacer que le estalle la cabeza a cualquiera.
Hay sueños alimentados, planes compartidos, nombres elegidos, un embarazo hecho realidad y… de repente, esa noticia que llega como un puñal. ¿Por qué? ¿Por qué otra vez? ¿Por qué otra vez?
El dolor de tantas pérdidas -y tanto sufrimiento- llevó a Grace y a su esposo, por cuarta vez, a decidir: iban a rendirse.
Pero, ¿quién dice que la vida está sujeta a nuestras decisiones?
Sin ninguna expectativa, sin ningún tratamiento, la vida trajo, meses después de rendirse, una noticia que sonaba simplemente milagrosa: ¡Grace estaba embarazada! Y… ¡de cuatrillizos!
El niño y las tres niñas sanas nacieron en 2016, es decir, han pasado otros 6 años, pero ahora completamente diferentes.
Grace declara alegremente:
“Justo cuando habíamos decidido no pasar más por todo eso, ¡recibimos la mejor noticia de nuestras vidas! Animo a todas las mujeres que quieran tener hijos a que sigan intentándolo”.
Después de todo, ¡para todo hay un tiempo bajo el sol!
Nota de la edición española: Las 4 preciosidades aparecieron recientemente en un post de Grace, donde se les veía contentos y cargando con el traje y los vestidos que llevarán el día de su Primera Comunión: