El gran actor mexicano Ignacio López Tarso, murió a los 98 años de edad y con él se cierra una página más del cine de oro de México. Sus películas y telenovelas se distinguieron por su gran talento como actor, llegando al reconocimiento en todo México, Estados Unidos, todo el continente de América y en algunas partes del mundo.
Nadie se imaginaba que su segundo apellido no era el que estaba en su acta de nacimiento originalmente, si no más bien que él lo eligió por consejo de un maestro en sus inicios como actor. Y lo eligió porque en su juventud fue seminarista y la lectura de la vida del gran santo de Tarso San Pablo, dejó una huella imborrable en su corazón.
Antes de ser un actor famoso, fue seminarista, sargento en el ejército mexicano, vendedor y migrante en los Estados Unidos de Norteamérica lugar donde sufrió un accidente fatal que lo dejó casi paralítico, y un milagro le devolvió la salud y el volver a caminar.
“Había sido lector oficial en el internado donde estuve, fui el lector oficial en el seminario, subía al púlpito, cuando mis compañeros comían y yo leía sobre todo, vidas de Santos. De ahí vino mi nombre, mi segundo apellido, porque una de mis lecturas leyendo en el seminario fue, la vida de Saulo de Tarso, luego, yo estuve en Tarso alguna vez de pasadita, ahí”