La parroquia de Raincy tuvo que tomar, a comienzos de este mes de enero, una resolución rara pero prevista por el derecho canónico: dejar de mantener las hostias consagradas en el sagrario principal de su iglesia.
Esta decisión es la respuesta a una serie de profanaciones en la diócesis de Saint-Denis, que ha presentado una denuncia.
Durante la noche del domingo al lunes 10 de enero, las iglesias de Romainville y Bondy, vecina de Raincy, fueron objeto de allanamientos.