El papa Francisco insiste en la necesidad de cambiar los estilos de vida debido a que la “tierra está herida”. El Estado de la Ciudad del Vaticano por su parte está actuando una serie de iniciativas y proyectos para respetar las indicaciones de la encíclica social ‘verde’, Laudato Sí.
Así, la “conversión ecológica” inicia en casa, señaló Fernando Vérgez Alzaga, Secretario General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano este jueves 18 de junio de 2020. “Lo que se ha hecho a nivel personal debe también traducirse a nivel institucional”.
Se trata de “sensibilizar a nuestros empleados y a todos los que giran en torno a la Gobernación, directa o indirectamente, hacia una ecología integral que se traduce en pequeñas acciones cotidianas”, afirmó Vérgez Alzaga en la presentación del documento «En camino hacia el cuidado de la casa común – Cinco años después de la Laudato Si`», elaborado por la Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre la ecología integral.
En el pequeño Estado de 44 hectáreas se aplica el reciclaje de residuos, el cuidado de las zonas verdes, el ahorro del consumo de agua y energía, la elección de fuentes renovables, entre otras iniciativas.
Paneles fotovoltaicos
De esta manera, siguiendo el espíritu de la encíclica, la Gobernación del Estado del Vaticano, incluso antes del 2015, ha instalado “paneles fotovoltaicos en el techo del Aula Pablo VI, que producen energía eléctrica sin la emisión de contaminantes. Y se instalarán más en el futuro.
La revolución ‘verde’ del Papa también ha salido de las Murallas Leoninas.Por ejemplo, se han instalado paneles solares en el edificio que es sede de la Specola Vaticana en Tucson, Arizona.
Desde 2009, en el Centro Industrial Vaticano funciona un sistema de «enfriamiento solar», necesario para la conversión de la energía solar en energía térmica y de refrigeración que se utiliza para climatizar el comedor de servicio durante el verano”, explicó el alto prelado.
La iluminación ‘verde’
Asimismo, hay una continua modernización de las instalaciones eléctricas, que incluye el nuevo alumbrado de la Plaza de San Pedro y la columnata de Bernini, que ofrece un ahorro de energía de hasta el 80%.
Un ejemplo es la nueva iluminación de la bóveda de la Capilla Sixtina, lo que ha permitido reducir los costos de la energía y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% y favoreciendo la conservación de los frescos.
La Gobernación del Estado del Vaticano ha adoptado sistemas de domótica, que apagan automáticamente la iluminación al final de la jornada laboral.
Reforestación
Monseñor Vérgez Alzaga ilustró que en los Jardines Vaticanos se está aplicando el proyecto «Bio Gardens», con el cual se elimina en sólo tres años el uso de plaguicidas de origen químico, dejando espacio a la biodiversidad y al uso de productos de origen natural para el control de las malas hierbas y a los abonos de origen orgánico.
250 nuevos árboles altos y la sustitución de unos 2.300 setos, característicos de los Jardines del Vaticano, hacen parte de un proceso de planificado de reforestación del Estado.