Aquí van tres héroes. Son dos chicas y un chico con medalla. Y no una sino varias. Dos de ellos son pentamedallistas: 5 oros. Las han conseguido en el deporte. Son personas con Síndrome de Down a las que sus familias animaron a hacer deporte, y ahora están en lo más alto.
Sara, gimnasta
Sara Marín, con 20 años, logró 5 medallas de oro en los últimos Trisome Games de Florencia (Italia), equivalentes a los Juegos Olímpicos de personas con Síndrome de Down. Logró la mejor puntuación en pelota, aro, cintas y mazas, y a ello sumó el galardón a la mejor intervención.
Sus entrenadoras, Titi Alberola y Lidia Marín, aseguraron que no fue fácil este éxito: «Son muchos años de esfuerzo y, en los últimos tiempos, para dar un salto de calidad, hicimos tres horas diarias, de lunes a viernes». A ello se sumó la necesidad de reunir 3.500 euros para costearse los gastos. La generosidad de muchas personas logró que finalmente el sueño de Sara se cumpliera.
Se da la circunstancia de que no existe ninguna competición federada a nivel europeo o mundial para personas con discapacidad. Desde los Trisome Games de Florencia, Sara lucha para que la gimnasia rítmica sea deporte paralímpico.
Carlos, nadador
Carlos Hernández es español. Este año ha conseguido nada menos que 5 medallas de oro en los Campeonatos de Europa de Natación de París en la categoría Síndrome de Down. Su territorio son los 50 y 100 metros, los 200 metros braza, los 50 metros mariposa y los 200 metros estilos.
Carlos es, además, campeón del mundo, pero su padre le ha enseñado a vivir la deportividad. Por un lado, ha aprendido que no siempre va a subir al podio y que «cuando pierda tiene que felicitar al contrario y alegrarse por él«, declaró Eduardo al programa de radio «Fin de Semana» de Cope.
El éxito de Carlos anima a muchos niños discapacitados a dar lo mejor de sí mismos en la piscina porque él es su monitor, en el caso de las instalaciones deportivas de Alcorcón (Madrid). Según él, logró las medallas porque «nadé a tope», pero para su padre esta actividad es importante porque hace deporte y es feliz: «En la piscina se siente bien». ¡Y se nota!
Eduardo, el papá, elogia a los compañeros de Carlos porque, según él, han sido parte de la clave para regresar a España con las cinco medallas: «Son magníficos, le han ayudado en todo lo que han podido. De los profesionales no te puedo decir nada en relación con ellos que no sea bonito. Han estado muy pendientes de él, tratándolo como a uno más en la piscina, pero también sabiendo que es un discapacitado y tienen que estar pendientes de forma distinta con él. Nos hemos encontrado a bellísimas personas«, dijo.