Sí, ya estamos en diciembre, un mes especial para todos, lleno de alegría y amor. Pero durante la Navidad, además de las celebraciones con la familia se suman las despedidas de fin de año con los amigos, o las comidas con los compañeros de la oficina. Son eventos que conllevan muchos preparativos, regalos, y por supuesto, comida.
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Por eso, una de nuestras preocupaciones es cómo mantener el peso, sobre todo cuando lo hemos estado cuidando durante todo el año, o cuando incluso hemos logrado bajar. ¡No vamos a echar todo a perder por un par de días de fiesta!
No te preocupes, con un poco de voluntad lo podrás controlar.
Sigue estos consejos.
- Actividad física. No abandones el ejercicio durante las fiestas. Es fundamental perder las calorías extra. Si no te da el tiempo, puedes hacer alguna caminata rápida o bajar y subir escaleras.
- Controla el consumo del alcohol Las bebidas alcohólicas déjalas solo para el brindis. Nos aportan calorías vacías. Opta por beber agua con o sin gas, o saborizadas sin azúcar o jugos de fruta natural sin agregado de azúcar.
- Para controlar el apetito. Comer algo liviano antes de salir como ser una manzana y un vaso de agua, por ejemplo, para no llegar al lugar con hambre y poder tener más control con los que se come.
- Opciones para comer afuera. Si va un restaurante opta por los plantos más saludables. Pueden ser sopas de verduras, carnes a la plancha, horno o parrilla, pero sin salsas -porque tienen mucho aporte calórico-, acompañadas de puré de vegetales (porción pequeña) o ensaladas. También puedes elegir tartas vegetales, pero en el caso de ser una pizzería, por ejemplo, controlar de no comer más de una porción.
- Postres en pequeña cantidad. Para el momento del postre opta mejor por la fruta, una bolita de helado o una pequeña porción de torta.
- Antes y después de la fiesta, comida ligera. Si ya sabemos con anticipación la fecha del evento, durante el día procuramos que las comidas sean livianas en base a frutas, verduras, carnes magras y comida muy baja en grasa, pero sin saltearnos ninguna y lo mismo al día siguiente.
- Sin saltearse comidas. No es mejor dejar de comer, porque supuestamente comerás en la reunión. De esta manera lo único que se logra es que durante el evento se termine comiendo el doble.
- Desviar la atención. Que la comida no sea el centro de atención, sino la actividad social y con quien se comparte esa experiencia, ya sea un familiar, con compañeros de trabajo o amigos.
Se puede disfrutar de todas las comidas, pero sin excesos, siempre en la medida justa. Es necesario no solo controlar la cantidad sino también la calidad de los alimentos que comemos.
Es fundamental tener la voluntad y estar seguro de que lo bueno es alimentarse saludablemente.
Uno suele pensar que como es una vez al año o cada tanto no pasa nada, pero no es así, no debemos utilizar la comida como premio o castigo nunca. Debemos valorar el esfuerzo realizado para cambiar nuestros hábitos alimentarios.
Así que ahora solo queda disfrutar de estos días pensando que lo más importante no es la comida sino con quien voy a compartir esa charla y ese lindo momento. ¡Felicidades!
