Last Christmas volverá a ser el tono de llamada en nuestro teléfono celular esta Navidad. Volverá a sonar en todos los especiales de televisión que recuerden los momentos memorables del año. Volverá a ser el tema estrella del hilo musical de los centros comerciales y volverá a ser escuchada en las radiofórmulas de todo el país.
Sin embargo, lo más paradójico del asunto es que no se trata de una canción navideña en absoluto aunque a todos nos encante escucharla en estas fechas del año.
«Last Christmas, I gave you my heart /But the/very next day you gave it away /This year, to save me from tears /I’ll give it to someone special». Básicamente, la canción pop por excelencia de la Navidad – con el permiso de All I want for Christmas is you de Mariah Carey –, no es una canción navideña; sino que es una canción de desamor, narra una decepción amorosa acaecida en la «pasada Navidad».
El tema es obra del célebre dúo Wham!, y fue lanzado en diciembre de 1984. En realidad la compuso George Michael y es uno de los mayores éxitos, tanto del grupo como del propio solista. Desde entonces, prácticamente cada Navidad, vuelve a las listas de éxitos de todo el mundo.
Pese a no haber alcanzado jamás el número 1 es, al mismo tiempo, el single que jamás alcanzó el número 1 más vendido de la historia de la música británica, con 2 millones de copias despachadas.
En 1984 Wham! donó todos los royalties de Last Christmas y Everything she wants – el otro single con el que salió al a venta –, para paliar la hambruna que azotó Etiopía entre 1983 y 1985.
El sufrimiento de George Michael
Last Christmas cobra especial relevancia en estas fechas, fecha – el 25 de diciembre – de la desaparición de su artífice, George Michael. 115 millones de discos vendidos, una personalidad mundialmente conocida; multipremiado y con un talento vocal como pocos otros intérpretes han tenido en la historia del pop. Georgios Kyriacos Panayiotou, – que era como se llamaba –, fue, en realidad, profundamente infeliz hasta su muerte a los 53 años de edad por causas naturales, según la autopsia.