Mientras se acerca el Mundial de fútbol –el chute de salida tendrá lugar el próximo 12 de junio-, la brecha entre los recursos dedicados al acontecimiento y el nivel de vida de los brasileños crece cada vez más.
Si el Mundial se celebra en Brasil, se desarrolla sin que los habitantes tengan medios para asistir a los partidos, y las obras iniciadas para la competición no han comportado su expulsión pulcra y simple…
Los preparativos dudosos del Mundial de fútbol de Brasil han sido denunciados en todo el mundo.
El país emergente que acoge el Mundial este año, en el que las desigualdades económicas están muy presentes, no ha conseguido evitar los escándalos.
Violencia, expulsiones, falta de respeto a los derechos humanos,…: Brasil ha transformado este acontecimiento deportivo en una oportunidad mundial para denunciar todos los abusos causados por la corrupción del vergonzoso negocio del fútbol.
La llamada al boicot “I will not be watching the 2014 world cup” en las redes sociales moviliza a miles de internautas, y el hashtag #BoycottWorldCup2014 lidera las listas de tendencias en Twitter.
Pero el último escándalo no se sitúa en Brasil, sino en Pakistán. El equipo de fútbol pakistaní está en el puesto 159º del mundo y no se ha clasificado para el Mundial de fútbol.
Sin embargo, los obreros de la subcontratista Forward Sports esperan casi con impaciencia que llegue el 12 de junio, en su pequeña localidad al este de Pakistán. Su atención no se centrará en Messi ni en Ribéry, sino en Brazuca, ese balón blanco salpicado de curvas negras y multicolores del gigante Adidas, nacido de sus manos.
La empresa pakistaní podría jactarse de haber conseguido el contrato para fabricar la preciosa “Brazuca”. Pero la decisión, que se explica por los bajísimos costes de fabricación, no gusta a todo el mundo.
El precio de la pelota es dos veces mayor que el sueldo de las jóvenes pakistaníes que lo han confeccionado. Mientras este balón se vende a 130 cada uno en las tiendas, los trabajadores no alcanzan los 74 euros mensuales por su confección.
Mundial: El balón que vale dos meses de sueldo
DR
Adidas soccer world cup 2014
Mathilde Dehestru - publicado el 05/06/14
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