“Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor“
Juan 5, 14
Hay que hablar de esto, la Iglesia debe recordarnos el sentido de nuestra existencia como hijos de Dios, la promesa del Paraíso y la existencia del demonio y del infierno “a donde van las almas de los pobres pecadores”.
Las Sagradas Escrituras iluminan, nos muestran el camino de santidad, llaman a la conversión y nos advierten de los peligros que enfrentamos. Pero, ¿estamos escuchando las advertencias?
Hora de amar
Estos son tiempos para ir contracorriente, vivir el Evangelio, llenar el mundo de bondad, misercordia, y amor de Dios.
Estamos viendo cómo el mundo se satura de pecados y ofensas a Dios. ¿No lo crees? La Virgen María en sus apariciones de Fátima desde 1917 nos advirtió con profundo dolor y una mirada de tristeza:
“No ofendan mása DiosNuestro Señor, que ya está muy ofendido”.
No sigas pecando, aléjate de esos pecados recurrentes. Agrada a Dios con tu vida, tus pensamientos, tus buenas obras.
Ahora mira a tu alrededor, lee la portada de cualquier diario, navega por Internet. El diablo está desatado, haciendo de las suyas, buscando almas para perderlas, arrebatarles una maravillosa eternidad al lado de Dios.
Basta ver lo que se vivió en el mundo en junio, para ofender al Sagrado Corazón de Jesús.
Lee la Biblia
¿Qué debemos hacer? Lo primero es saber lo que Dios nos pide y espera de nosotros, lo que nos advierte. ¿Tienes una Biblia a mano? Búscala, ábrela en Efesios 6 y lee:
“Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas”.
Acude a la Virgen María
Haz lo que debes.
No tengas miedo. Al final todo se trata de salvar nuestras almas y todas las que podamos para la Eternidad.
Se dice que este pensamiento pertenece al Cura de Ars, san Juan María Vianney:
“Si en tu caminar no te golpeas de frente con el diablo, es por que estás caminando en la misma dirección que él”.
¿Te van a perseguir y señalar por hacer el bien en un mundo distorcionado? No lo dudes. Alegrate cuando esto ocurra. Te indicará que vas por buen camino.
¿Sigues con la Biblia en tus manos? Estupendo. Busca ahora Mateo 5, 11 y leamos:
“Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros”.
¿Cómo se vence el mal?
Desplazándolo con el bien. Hay que inundar el mundo de bien para que el mal no tenga cabida.
Un medio eficaz es hacer lo que te toca a ti, hacer lo que debes, con la oración, llevar vida sacramental y vivir en cercanía de Dios.
¿Te gustaría escribirme y contarnos tus vivencias y tu búsqueda de Dios? Te dejo mi email personal cv2decastro@hotmail.com
Recuerda… Dios espera más de ti.
¡Ánimo!