En Belén, la ciudad de la Natividad de Cristo, el Hospital Infantil de la Sagrada Familia espera en Navidad su nacimiento número 100.000.
Ubicada a 800 metros de la Gruta de la Natividad, la Maternidad de la Sagrada Familia se ha convertido en un referente para las mujeres embarazadas, que encuentran allí una oferta de atención de vanguardia, accesible a los más pobres.
Varios niños nacen todos los días en este establecimiento católico administrado por la Orden de Malta de Francia desde 1990.
En 2019, el 68% de las mujeres del distrito de Belén dieron a luz en esta maternidad. Para las familias ubicadas en los pueblos de los alrededores de Belén, que a veces viven en condiciones drásticas por la falta de agua y electricidad, los médicos del Hospital se desplazan gracias a su clínica móvil y así brindan atención médica directa a los pacientes.
Acceso desigual a la atención médica en Palestina
Belén es la capital de un distrito de 225.020 habitantes de Cisjordania. Se encuentra a unos diez kilómetros de Jerusalén, y enfrenta múltiples males: explosión demográfica, tasa de desempleo exponencial, pobreza extrema y fuerte inseguridad.
Esta inestabilidad es específica de los territorios ocupados y la Franja de Gaza, e impide que muchas mujeres den a luz en buenas condiciones. En consecuencia, las muertes infantiles son altas y la pandemia de Covid-19 no ha ayudado a que la situación mejore, informa Michèle Burke Bowe, embajadora de la Orden de Malta en Palestina a Vatican News.
Así pues, el número de niños prematuros se ha duplicado debido a unas condiciones de vida particularmente desfavorables. Los médicos también son cada vez más escasos.
La maternidad de la Sagrada Familia es, por lo tanto, muy a menudo, la única forma para que estas mujeres accedan a una atención de alta calidad y puedan dar a luz con total serenidad.
El primer objetivo del hospital es brindar asistencia médica y seguimiento sin distinción de origen, religión, cultura o condición social. Así, en cada habitación hay un crucifijo; en la pared del quirófano, el icono de la Sagrada Familia; en el patio, una estatua de la Virgen… Y si el 52% del equipo médico es cristiano, los pacientes son predominantemente musulmanes.
2.000 años después de la llegada del Príncipe de la Paz, nacer en Belén, por tanto, todavía parece complicado, pero refuerza más que nunca la misión de la Maternidad de la Sagrada Familia.