Cuando Brendon Birt estaba llevando a un amigo a su casa, hizo un giro equivocado. Afortunadamente, la Providencia hizo que sus habilidades regulares para orientarse lo llevaran justo donde necesitaba estar. Eran las 2 de la madrugada.
El trayecto “erróneo” llevó a Birt y su amigo frente a una casa en Red Oak (Iowa, Estados Unidos) que estaba en llamas. Suponiendo que podría haber personas adentro, Birt llamó al 911 y trató de despertar a los ocupantes.
“Estuve gritando, gritando, solo traté de despertarlos porque pensé que alguien estaba en la casa. Simplemente actué… no había tiempo para esperar, me di cuenta de que era ahora o nunca”, compartió el héroe con CNN.
Gracias a la intervención de Birt, tres hermanos, Kindred, de 17 años, Spirit, de 14 y su hermano pequeño Chris, de 8, salieron entre las llamas.
El hermano mayor Bryce, de 22 años, salió cinco minutos después que sus hermanos menores y explicó: “[Yo] caminé hacia un horno de calor y con llamas enfrente, en la pared frontal”.
Los padres
La mamá de los niños, Tender Lehman, había sido llamada por una emergencia familiar a 750 millas de distancia y su esposo estaba trabajando en el lado opuesto del estado. Pero en cuanto se enteró de la noticia se apresuró a regresar para estar con sus hijos, quienes no solo sufrieron el trauma de escapar de su casa en llamas, sino que perdieron a cinco perros de la familia, dos de los cuales eran perros de apoyo emocional.
El pensamiento rápido de Birt fue primordial para sacar a los hermanos de manera segura, considerando la rapidez con la que se propagó el fuego.
Al hablar con los bomberos, que llegaron después de que los hermanos escaparan, le explicaron a Birt, de 26 años, “que los escalones para bajar las escaleras cuando salieron corriendo por la puerta ya estaban en llamas”. Señaló a KETV , afiliada de CNN. “Cinco minutos más, y no creo que hubieran salido”.
Desafortunadamente para la familia, su hogar no estaba asegurado, por lo que ahora viven en una caravana que les prestó un amigo, junto con dos de sus perros que sobrevivieron a las llamas. Pero, afortunadamente, están en contacto todos los días con su salvavidas, ya que todos se ayudan mutuamente para aceptar la situación.
Si hay algo que aprender de esto, es que Dios ciertamente tiene un camino para cada uno de nosotros, y quién sabe a dónde nos llevará, y qué bien puede salir de él. Es uno de los misterios más apasionantes de la vida.