En la República Democrática del Congo, el Papa Francisco seguirá los pasos de Juan Pablo II, quien visitó dos veces el gran país de África ecuatorial -en la época en que se llamaba Zaire- en 1980 y luego en 1985.
En enero de 2020, el Papa Francisco recibió calurosamente en audiencia al nuevo presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, en vísperas de la pandemia de la Covid-19.
Esta visita había refrendado la reanudación de relaciones más pacíficas tras la salida del presidente Joseph Kabila en 2019. Félix Tshisekedi habría, con motivo de este encuentro, invitado al pontífice a su país.
La entrevista también condujo a la aplicación del acuerdo marco firmado en 2016 por los dos Estados para definir en particular el estatus legal de la Iglesia Católica en la RDC. Esta promulga la “libertad” de la Iglesia en su actividad apostólica y en los ámbitos que le son confiados: educación, salud, pastoral, caridad, etc.
En este país, que tiene más de 100 millones de habitantes y donde el índice de pobreza es abismal, la Iglesia católica tiene mucha influencia y actúa como mediadora. Tras la marcha del cardenal Laurent Monsengwo en 2018, es el joven cardenal Fridolin Ambongo quien, a sus 62 años, es la gran figura de la Iglesia sobre el terreno.