En días cargados de fiesta por la Natividad de la Virgen María, desde Calama, considerada la capital de la Gran Minería de Cobre en Chile, surgió una imagen un tanto especial.
Fue en ese poblado andino donde se celebró una eucaristía en honor a la Virgen de Guadalupe de Ayquina, una fiesta que también ha tenido que adaptarse a los tiempos del coronavirus. Sin embargo, a pesar de las restricciones, el objetivo de mantener la tradición de festejar el cumpleaños de “La Chinita” se mantuvo.
Es que, en tiempos sin pandemia, tal cual recuerda una nota publicada por la Iglesia de Chile, esta fiesta se caracterizar por reunir a muchas personas, además de bailes religiosos y otras tradiciones.
La mirada en la Virgen
“María es la cuna donde se gesta, nace y se desarrolla la vida de los ciudadanos y la escuela, donde se aprende hacer el bien y a evitar el mal que no nos deja ser felicites”, expresó el obispo de la Diócesis San Juan Bautista, Óscar Blanco Martínez, quien presidió la ceremonia religiosa
Las flores y las familias
Por último, uno de los gestos más emotivos se dio cuando al concluir la misa el obispo ofreció un ramo de flores a la Virgen de Guadalupe de Ayquina por el cumpleaños.
“Este ramo de flores simboliza nuestro cariño, nuestra fe a tu hijo Jesucristo, nuestro trabajo, servicio y pastoral”.
El pedido una vez más fue a la Virgen de Guadalupe para que cuide y bendiga a las familias.
“Lo más preciado que tenemos y tú lo sabes, porque eres madre, esposa e hija”, concluyó.
Más imágenes de la celebración de la Virgen de Guadalupe de Ayquina en Calama, Chile, el pasado 8 de septiembre a continuación: