Durante la pandemia, muchas personas tuvieron una gran llamada de atención, no necesariamente sobre sus propias vidas, sino sobre las generaciones mayores más vulnerables. La gente ha pasado más de un año sin ver a sus padres o abuelos ancianos para protegerlos, o por restricciones. Algunos todavía no han podido verlos, y otros los han visto morir sin estar a su lado.
Aunque esto ha sido desgarrador, tal vez les ha dado a muchas personas un recordatorio de cuánto necesitamos amar a nuestros ancianos mientras todavía los tenemos con nosotros.
Este sentimiento se ha trasladado con tanta fuerza en un mensaje que se abre camino en las redes sociales. Recientemente fue publicado por Diane Bolton Corbett :
CUANDO LOS PADRES ENVEJECEN…
Déjalos envejecer con el mismo amor con el que te dejaron crecer… déjalos hablar y contar historias repetidas con la misma paciencia e interés que escucharon la tuya de niño… déjalos vencer, como tantas veces te dejaron ganar …. que disfruten de sus amigos, de las charlas con sus nietos … que disfruten viviendo entre los objetos que lo han acompañado durante mucho tiempo, porque sufren sintiendo que le arrancas pedazos de su vida … que se equivoquen, como tantas veces te has equivocado… ¡DÉJENLOS VIVIR y trata de hacerles felices el último tramo del camino que les falta recorrer, tal y como te echaron la mano cuando empezaste el tuyo!
“Honra a tu madre y a tu padre, y tus días se alargarán sobre la tierra”.
Una cita bíblica para recordar
Esa última cita proviene de Éxodo 20:12:
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.”
Una palabra clave que surge de este mensaje es la palabra “dejar”. Permite y permite a nuestros padres vivir su vida al máximo, incluso cuando se necesita paciencia y sacrificio. Como cristianos, es lo que estamos llamados a hacer. Al servir a nuestros padres y darles felicidad, estamos sirviendo a nuestro Padre Celestial.