Han sido muchos los sanitarios que en los últimos días se han sentido agotados tras estos meses de intenso trabajo, y que han hecho un llamamiento a la responsabilidad de todos los ciudadanos. No quieren volver a pasar por el estresante y desalentador episodio del comienzo de la pandemia, en el que ritmo frenético de los hospitales ha hecho mella en todos ellos tanto física, como moralmente.
Lucía Galan, pediatra y autora del blog “Lucía mi pediatra” escribía hace unos días sobre la inmensa presión que ha sentido el personalsanitario, que se ha visto en la obligación de estudiar día y noche “leyendo a todas las horas del día mientras seguimos trabajando, calmando ánimos dentro y fuera de casa, intentando mantenernos en pie física y emocionalmente porque nuestra familia y nuestros equipos de trabajo nos necesitan como el respirar.”
Y así nos lo confirma Lourdes Villalobos, médico reumatólogo en el hospital Ramon y Cajal de Madrid, y reubicada durante todo este tiempo en la planta covid-19. Su equipo está formado por médicos de diferentes especialidades, que han tenido que volver a los libros como si volvieran a ser estudiantes de medicina, pero con el peso que supone el saber que cientos de pacientes cuentan ya con ellos. Y sin embargo, han estado más que a la altura, han respondido con rapidez y eficiencia.
“Médicos unidos para salvar vidas, luchando cada día, sin saber si son festivos, lunes o domingo… da igual. Y lo hacemos por ellos, por los pacientes, el centro de nuestra vocación. Ellos son nuestra preocupación y nuestra ocupación. Esta semana ya llevamos 5 altas. Ya son muchas, ¡80 y pico! Hoy hemos tenido una gran alta, de las que alegran, la Señora E., después de dos semanas …”
Así escribía Lourdes el pasado mes de abril en su cuenta de Instagram cuando la situación en los hospitales era tan crítica. Tras semanas de intenso trabajo, médicos, enfermeros y auxiliares pueden por fin descansar un poco y parecen ser conscientes ahora de su agotamiento físico y mental.
Aunque saben que no se puede bajar la guardia, ya no están en una alerta constante. Mantener esta tensión durante tanto tiempo es insoportable. Por eso, ahora notan que su cuerpo y su mente necesitan descanso.
Así es como dice sentirse Lourdes, que es madre de tres niños pequeños a los que también ha tenido que atender y con lo que ha confirmado que la conciliación real no es fácil. “Durante este tiempo hemos hecho también bizcochos, homeschooling, jugado… estoy agotada pero también agradecida por todo lo que he aprendido. Y me siento una afortunada por ser madre, por tener trabajo, por ser médico y poder ayudar”, comenta Lourdes a Aleteia.
“La familia de los pacientes”
Habla de vocación sincera, de juramento hipocrático aplicado en su más pura esencia. Esto, sumado al sentido del servicio es lo que ha hecho que los sanitarios hayan demostrado ser profesionales íntegros durante esta pandemia.